Entendiendo el injerto
Las células que recibiste el día de tu trasplante de células madre saben dónde deben estar en tu cuerpo. Se mueven a través de tu torrente sanguíneo y llegan a la médula ósea. Cuando las células comienzan a crecer y a producir nuevas células sanguíneas, esto se llama injerto. Es una etapa importante en tu recuperación después del trasplante.
¿Tienes preguntas sobre la vida después de un trasplante de células madre?
Cómo los doctores monitorean el injerto
Tu equipo de trasplante observa el injerto monitoreando tus informes de laboratorio en busca de cambios en tus recuentos sanguíneos. Pueden escribir tus recuentos sanguíneos en un tablero blanco en tu habitación del hospital.
Los doctores revisan los siguientes recuentos sanguíneos cuando buscan el injerto:
- Glóbulos blancos (GB) – Estas células combaten las infecciones.
- Recuento absoluto de neutrófilos (RAN) – Los neutrófilos son el tipo más común de células blanca s.
- Hemoglobina (Hb) – Esta es una proteína en las células rojas que ayuda a transportar el oxígeno desde tus pulmones a todas las partes de tu cuerpo.
- Plaquetas (Plts) – Estas ayudan a que tu sangre coagule.
¿Cuánto tiempo tarda en ocurrir el injerto?
El injerto generalmente ocurre dentro de los primeros 30 días después de tu trasplante, pero a veces puede tardar más. El injerto significa que tus nuevas células están funcionando correctamente y están comenzando a reconstruir tu sistema inmunológico. Los glóbulos blancos son los primeros en injertarse, seguidos por los glóbulos rojos y las plaquetas. El injerto marca el inicio de tu proceso de recuperación.
Cómo el injerto afecta tu riesgo de infección
Estarás en el mayor riesgo de infección hasta que tus nuevas células se injerten. Esto se debe a que tendrás menos glóbulos blancos de lo normal. Los glóbulos blancos impulsan tu sistema inmunológico para prevenir o combatir infecciones. Tu equipo de trasplante te ayudará a protegerte de infecciones y tratará cualquier infección que se desarrolle mientras esperas que ocurra el injerto.
Avisa a tu doctor de inmediato si tienes algún síntoma o signo de infección después de tu trasplante, como:
- Fiebre o escalofríos
- Diarrea
- Necesidad de ir al baño (orinar) con frecuencia
- Dolor al orinar o al defecar
- Sangre en tu orina o heces
- Dolor abdominal
- Confusión o disminución del estado de alerta
- Fatiga severa (cansancio)
- Sangrado
- Tos o dificultad para respirar
- Dolor de pecho
- Dolores de cabeza severos
- Sensación de que tu corazón está latiendo rápido
- Mareo
Recuperación a largo plazo después del injerto
Tarda tiempo a que tu cuerpo se recupere después del trasplante. Explora consejos para ayudarte a mantenerte saludable después del trasplante.
Guía para la vida después del trasplante
El folleto Vivir ahora ofrece información y recursos para ayudarte con tu recuperación, como protegerte de infecciones, escoger alimentos seguros y manejar complicaciones.
Entendiendo la enfermedad de injerto contra huésped (EICH)
La EICH es un efecto secundario común después de un trasplante alogénico que puede ser grave. Aprende sobre los tipos de EICH, cómo reducir tu riesgo y las opciones de tratamiento. Puede que escuches a tu equipo de trasplante usar la abreviatura en inglés—GVHD.
¿Más preguntas sobre la recuperación después del trasplante de células madre?
El camino hacia la recuperación puede parecer abrumador para ti y tus seres queridos. Nuestro Centro de Apoyo al Paciente ofrece apoyo grupal, apoyo emocional, consejos para una vida saludable después del trasplante y más.